jueves, 30 de abril de 2009

La Metamorfosis

Puedo basarme en una própia metamorfosis para determinar mi grado de integridad. Teniendo mi misma identidad podría pasar de ser un gusano de seda a una hermosa mariposa pero disfrutando de su belleza física pocas horas, la misma historia de la cenicienta quien disfrutó del maravilloso hechizo durante unas horas, se terminó por acabar antes de lo que ella creía. La mariposa después de su metamorfosis muere, haber esperado tanto tiempo para el gran momento de poder despegar del suelo para convertirse en una mariposa con alas de colores, hermoso ser vivo. Yo, ¿a mí que me esperará? una metamorfosis espiritual que ayude a reflejarse en mi físico, guiada por los elementos naturales... no sirve de nada. Polvo fuimos y en polvo nos convertiremos.

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